Ἰδοὺ ἐγὼ ἀποστέλλω ὑμᾶς ὡς πρόβατα ἐν μέσῳ λύκων· γίνεσθε οὖν φρόνιμοι ὡς οἱ ὄφεις καὶ ἀκέραιοι ὡς αἱ περιστεραί.
Como a ovejas entre lobos os envío… y en su noche de negra inspiración Astartea contempló la luna pensando en Mateo 10.16 y en la voracidad del consumismo regente en la tierra de los hijos del Señor.
Vio la destrucción y el soterrado exterminio. Contempló la ambición y el hambre, el salvajismo y el instinto. Y descubrió que la obra de su Amo no era lo bastante clara para que la raza humana creyera en Él.
Así pues, un día Astartea voló a la luna y la embebió con su figura esculpida por la Tentación. Y desde entonces, cada hombre corrompido a manos del poder, al mirar la luna, se transformó en lobo. De esa forma la devastación final había comenzado: las ovejas sucumbieron a los lobos, y los lobos, que nunca tenían suficiente, se devoraron entre sí.
ILUSTRACIÓN: Rocío D. Limón TEXTO: Santiago R. Bailez Chayé
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