"¿Hay
más miserable cautiverio que sujetarse un hombre al vil mareo estúpido, y dejar
que el alcohol tenga imperio?". (Frase basada en palabras de Thomas Deloney).
Había
perdido el empleo, y su familia más era una carga, ahora, que una razón de
felicidad.
El mundo a
su alrededor había ido comprimiéndose hasta quedar reducido a su sillón, su
televisión con imágenes estocadas por mala señal, y una botella de whisky sin
vaso que oficiara de puente.
Al cabo de
un año, ya cuando las telarañas saltaban del apoyabrazos al mentón, y del
mentón a las orejas, y justo después de que la pantalla quedara sin imagen, de
pronto vio a una anciana que, haciendo crujir el cristal del televisor, surgía
de él sosteniendo una
copa de vino.
—Soy
Gastrimargia —dijo—. Has cumplido tu año de plegaria y… heme aquí. Bebe.
Y el hombre
bebió, mientras Gastrimargia se sentaba en su regazo y comenzaba a extender, a
dos agujas, el tejido de telarañas que aprisionaban a su nuevo súbdito.
ILUSTRACIÓN:
Rocío D. Limón TEXTO: Santiago R. Bailez Chayé
Inquietante.
ResponderEliminarMe ha gustado.
;)
Muchas gracias.
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